Llevaba varios meses con ganas de hacer una sesión fotográfica con temática terrorífica, interpretando a la chica del Exorcista o la famosa Chica de la curva, pero no había encontrado ni el lugar ni la persona adecuada para hacer éstas fotos. Necesitaba una chica delgada, con tez blanquecina, ojos grandes y sobre todo, que no tuviera miedo a estar en una nave abandonada, a oscuras pasando frío ( en nombre del equipo técnico, te pido disculpas por los tiritones que te hicimos pasar), pero creo que el fin justificó los medios.
Para ésta sesión, usé una Canon 700d con un Tamron 17-50/f2.8 (debido a la escasa iluminación, cuánto más apertura de diafragma mejor). Para la iluminación usamos un foco LED con gel de color azul en el suelo alumbrando directamente a la model y un flash Yongnuo disparado remotamente en softbox montado den ángulo de 45º pero detrás de la modelo para iluminar el fondo de la nave.
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